29/10/2021

Karla Hemuda - Coordinadora del Programa Escuela en Comunidad

La primera y más importante escuela es la comunidad.

En México, hace no tantos años, asistíamos a las escuelas con la seguridad de que recibiríamos los conocimientos necesarios para construirnos un mejor futuro. El profesor era respetado, nunca cuestionado y para muchos el modelo a seguir. La escuela era un punto de unión donde los padres de familia escuchaban lo que el maestro tenía que aportar sobre su hijo y sus consejos eran valorados.

Hoy en día nos encontramos con una escuela pública primaria con maestros sobre exigidos en su labor con dobles jornadas de trabajo, al frente de grupos de 40 niños y con pocas o nulas facilidades para hacer su labor adecuadamente.

Por otra parte, los padres de familia no enseñan a respetar al maestro y cuestionan su autoridad constantemente ante sus hijos. Además, en su mayoría los padres de familia –padre y madre cuando se cuenta con ambos- tienen trabajos de tiempo completo y en la práctica pasan muy poco tiempo con los hijos. Sobre este último punto, es importante resaltar que, según datos del INEGI, el 21% de los hogares durante 2015 era monoparental. [1]

La educación es una prioridad y se convierte en un reto urgente en nuestra sociedad, ya que México ha ocupado los últimos lugares en educación (lugar 56 de 70) cuando se le compara con otros países de la OCDE de acuerdo con el estudio PISA de 2015.[2]

En este contexto, la primera y más importante escuela es la comunidad, donde aprendemos los valores de solidaridad,respeto a la autoridad y trabajo en equipo; hoy en día ésta se encuentra resquebrajada. Es allí donde en Escuela en Comunidad - iniciativa impulsada por Fundación Arancia y Corporativa de Fundaciones desde hace 7 años - apostamos por la educación aportando herramientas blandas en dos importantes líneas: hacer comunidad y calidad educativa.

Durante nuestra experiencia en más de 36 escuelas de Mesa Colorada hemos encontrado que los más agradecidos son los maestros y los padres de familia, quienes al trabajar en conjunto se vuelven un mismo equipo y dejan de estar enfrentados logrando que los más beneficiados sean los niños. Hemos visto como escuelas de diferentes turnos en el mismo inmueble dejan a un lado sus diferencias para trabajar en conjunto logrando que más recursos lleguen a las niñas y niños de ambos turnos.

En estos 9 años hemos visto comunidades que trabajan juntas para recuperar y reforestar un espacio público que había causado graves problemas de seguridad, también hemos presenciado como directores de planteles han cedido sus espaciosas oficinas para convertirlas en aulas de cómputo en beneficio de la escuela.

Estos ejemplos muestran que sinos unimos como comunidad podemos contribuir con un primer paso para salir del rezago educativo en donde nos encontramos, nos hacen reflexionar sobre la importancia de lo que sucede a nuestro alrededor, y que estos sucesos nos atañen como comunidad, nos importan y nos comprometemos con lo que podemos aportar. En resumen, la respuesta a muchos de nuestros problemas se encuentra en el fortalecimiento del tejido social.

Un segundo paso es exigir alas autoridades más apoyo y atención a la escuela, ya que a pesar de que la Secretaría de Educación es uno de los organismos a los que se destina el mayor porcentaje del gasto público –en 2016 fue de $685,575.9 millones de pesos-, la escuela sigue siendo el lugar más olvidado por la misma. [3]

Finalmente, es importante que en nuestra escuela se lleven a cabo los proyectos que en comunidad definimos como prioritarios y en este contexto cada uno de los participantes deben ser considerados como un actor importante que coopera con el director y los maestros conformando un solo equipo. Al lograr esta integración incrementamos la calidad educativa.

La escuela no sólo es ese inmueble donde van nuestros hijos a aprender, la escuela se vive y se experimenta en cada miembro de la comunidad: cada vez que cedemos un espacio, cooperamos con un trabajo, e incluimos a nuestros vecinos en proyectos, estamos haciendo escuela. Tenemos que promover la idea de que la escuela está en la sociedad y si ésta además está presente en el inmueble llamado del mismo nombre entonces el círculo del aprendizaje está completo.


[1]  www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2017. 2017,Visto el 18/01/2018.

[2]  https://www.oecd.org/pisa/PISA-2015-Mexico-ESP.pdf.. 2017,Visto el 18/01/2018.

[3] Centro de Estudios Sociales y deOpinión Pública de la Cámara de Diputados Reporte de investigación, núm. 9,octubre de 2015). 2015, Visto el 18/01/2018.

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